“Salvaje hombre le desprende la mano de un
machetazo a su ex mujer”, “Marido bolo le propina machetazo a su mujer”, “Mujer
al borde la muerte, tras ser macheteada por su marido”, “Ultiman a machetazos a
tres mujeres en Las Brisas”… Estos son algunos de los titulares que han
aparecido en las páginas de LA TRIBUNA en los últimos años y que ilustran cómo
la violencia contra la mujer cada vez es más grave.
El último caso se reportó precisamente el pasado
25 de enero, Día de la Mujer Hondureña. Ese día, Kenia Jackeline Ávila Reyes,
de 21 años, expiró en el Hospital Escuela luego de que su compañero de hogar le
disparara en la garganta.
El marido de Kenia la golpeaba y amenazaba a
muerte constantemente y aunque ella puso la denuncia en la Fiscalía de la Mujer
en Talanga, las autoridades no lo aprehendieron a tiempo porque “le dijeron que
no tenían papel para imprimir la orden de captura”, según contó la hermana de
la difunta.
A pesar de que la violencia
contra las mujeres se incrementa cada día más, el Estado aún no considerado
crear un refugio para las víctimas.
A criterio de la fiscal de la Mujer, Grissel
Amaya, falta introducir en el Código Procesal Penal una reforma para establecer
medidas de seguridad desde el momento en que se interpone la denuncia.
“Las medidas de seguridad solo las tenemos en la
Ley de Violencia Doméstica y solo es para aquellas mujeres que sufren una
violencia dentro del núcleo de la familia, y que es por primera vez que
denuncia”, manifiesta Amaya.
Según la funcionaria, las consejerías de familia
no se dan abasto para atender a todas las mujeres víctimas de distintos delitos
y, lamentablemente, en Tegucigalpa solo existe un refugio para mujeres
maltratadas.
“La violencia en la familia es una violencia que
está generalizada, se da en todo el país, lo que pasa es que la captación de
denuncias depende del porcentaje poblacional que tengan las ciudades”.
“San Pedro Sula, Tegucigalpa, Comayagua,
Choluteca, como son ciudades con mayor población, hay mayor cantidad de
denuncias”.
A pesar de que la violencia contra las mujeres se
incrementa cada día más, el Estado aún no considerado crear un refugio para las
víctimas.
“Creo que sí se debe trabajar en crear una casa
refugio para poder enviar a las víctimas que necesitan de este tipo de
protección”, opina la fiscal.
El hecho de que el 75 por ciento de los juicios
por violencia doméstica caduquen es preocupante. Ya sea que las mujeres
abandonen los casos por falta de dinero, de tiempo o por amenazas de sus
cónyuges, lo cierto es que detrás de cada expediente hay invertidos millones de
lempiras en el pago de salarios a jueces, secretarios, fiscales, inspectores,
entre otros empleados. (CF)
* En el 2012 caducaron miles de casos
olvidados por las denunciantes
* Para colmo, ya no son golpeadas por maridos, ¡ahora las machetean!
* Para colmo, ya no son golpeadas por maridos, ¡ahora las machetean!
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