domingo, 27 de abril de 2014

CASOS ALARMANTES



“Salvaje hombre le desprende la mano de un machetazo a su ex mujer”, “Marido bolo le propina machetazo a su mujer”, “Mujer al borde la muerte, tras ser macheteada por su marido”, “Ultiman a machetazos a tres mujeres en Las Brisas”… Estos son algunos de los titulares que han aparecido en las páginas de LA TRIBUNA en los últimos años y que ilustran cómo la violencia contra la mujer cada vez es más grave.

El último caso se reportó precisamente el pasado 25 de enero, Día de la Mujer Hondureña. Ese día, Kenia Jackeline Ávila Reyes, de 21 años, expiró en el Hospital Escuela luego de que su compañero de hogar le disparara en la garganta.

El marido de Kenia la golpeaba y amenazaba a muerte constantemente y aunque ella puso la denuncia en la Fiscalía de la Mujer en Talanga, las autoridades no lo aprehendieron a tiempo porque “le dijeron que no tenían papel para imprimir la orden de captura”, según contó la hermana de la difunta.

A pesar de que la violencia contra las mujeres se incrementa cada día más, el Estado aún no considerado crear un refugio para las víctimas.

A criterio de la fiscal de la Mujer, Grissel Amaya, falta introducir en el Código Procesal Penal una reforma para establecer medidas de seguridad desde el momento en que se interpone la denuncia.

“Las medidas de seguridad solo las tenemos en la Ley de Violencia Doméstica y solo es para aquellas mujeres que sufren una violencia dentro del núcleo de la familia, y que es por primera vez que denuncia”, manifiesta Amaya.

Según la funcionaria, las consejerías de familia no se dan abasto para atender a todas las mujeres víctimas de distintos delitos y, lamentablemente, en Tegucigalpa solo existe un refugio para mujeres maltratadas.

“La violencia en la familia es una violencia que está generalizada, se da en todo el país, lo que pasa es que la captación de denuncias depende del porcentaje poblacional que tengan las ciudades”.

“San Pedro Sula, Tegucigalpa, Comayagua, Choluteca, como son ciudades con mayor población, hay mayor cantidad de denuncias”.

A pesar de que la violencia contra las mujeres se incrementa cada día más, el Estado aún no considerado crear un refugio para las víctimas.

“Creo que sí se debe trabajar en crear una casa refugio para poder enviar a las víctimas que necesitan de este tipo de protección”, opina la fiscal.

El hecho de que el 75 por ciento de los juicios por violencia doméstica caduquen es preocupante. Ya sea que las mujeres abandonen los casos por falta de dinero, de tiempo o por amenazas de sus cónyuges, lo cierto es que detrás de cada expediente hay invertidos millones de lempiras en el pago de salarios a jueces, secretarios, fiscales, inspectores, entre otros empleados. (CF)

* En el 2012 caducaron miles de casos olvidados por las denunciantes
* Para colmo, ya no son golpeadas por maridos, ¡ahora las machetean!

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